Vencer al caballero de la armadura
Cuando enciendo la tele siempre procuro hacer “flipping” antes de decantarme por ver alguna que otra serie, pelicula y/o documental :) . Normalmente(y también dependiendo de la cadena), mi F.S. media suele ser de 0.5 canales/segundo, esto es, dos segundos para pasar de un canal a otro. Dos segundos bastaron para poder oír la siguiente pregunta:
"¿Cómo vencer al caballero de la armadura?".
Durante la "Edad Media", los caballeros eran figuras dominantes en los ejércitos europeos. Al principio, la mayoría de los caballeros eran de orígenes humildes, pero hacia finales del año 1100, muchos eran considerados miembros de la nobleza y seguían un sistema de conducta cortés llamado "código de caballería" o caballerosidad.
Su éxito en batalla se debía a la eficiencia de un gran arma defensiva: la armadura enchapada.
Las armaduras se han utilizado siempre, sobre todo para cubrir el pecho, pero cuando realmente se le da una gran importancia es en la Edad Media ya que su concepto de cuerpo entero era eficaz contra armas de corte y punta.
Este tipo de armaduras podían estructurarse en tres partes bien diferenciadas:
de una visera que cubría el rostro, la barbera para la boca y la barbilla, la gola que protegía el cuello por delante y la cubrenuca que protegía el cuello por detrás.
Pero, el poder de un caballero no residía sólo en la armadura. Un caballero bien armado y acostumbrado a llevar la armadura podía ser el terror de un gran ejército peor armado. Pero aún así llegarían a existir armas que acabarían con esa invulnerabilidad.
Algunos pueblos bárbaros, la mayor parte de ellos campesinos analfabetos, del noreste de Europa enfrentados en distintas batallas contra el feudalismo francés e inglés llegaron a fabricar una cantidad de armas rudimentarias que podían penetrar la armadura y derrotar al caballero, siendo la mayor parte de ellas usadas como instrumentos de labranza en el campo.
Imaginemos por un momento que somos uno de estos campesinos y que nos encontramos sin más protección ante una situación un tanto angustiosa. Un caballero se acerca a pie hacia nuestra posición armado con una espada. Sólo disponemos de una oportunidad de elegir un arma de nuestro arsenal imaginario.
Éste arsenal está compuesto de un conjunto de armas que se llegaron a usar en las batallas de esta época. Para empezar podemos clasificarlas en dos grupos: armas "cuerpo a cuerpo", y armas a distancia (arrojadizas o de tiro).
Como armas "cuerpo a cuerpo" nos encontramos con varios tipos.
Las armas de choque como la maza, la clava o el martillo de armas, obraban por un golpe contundente. Las armas de corte hieren únicamente con el filo y entre ellas se encuentran el hacha y el alfanje.
También las armas de punta, que a su vez se dividen en aquellas de mango corto o puño (puñal, daga, cuchillo), y de asta, que consisten en un palo de bastante longitud en cuyo extremo se sujeta una cuchilla puntiguda de acero.
De estas últimas tenemos además varios tipos que difieren en la forma del hierro en la punta. La lanza era un arma habitual en cualquier combate. Su longitud permitía evitar a la caballería armada que constituía un peligro para la primera línea de infantería.
Por otro lado, las armas con uno o dos hierros semejantes a los de la lanza, de las que se diferencian por presentar prolongaciones laterales, a manera de garfios u orejetas, entre las que destacan las horquillas y la corcesca. Un último grupo lo conforman los hierros asimétricos curvos como la hoz de guerra y aquellos que constan de un asta de lanza por debajo de la cual va montada una cuchilla en forma de media luna. Entre estos últimos, añadiremos al arsenal el "godendac" flamenco.
Finalmente, tenemos las armas de corte y punta, de las cuales usaremos la espada. Como armas arrojadizas dispondremos de una bayesta y un arco.
¿Qué arma nos supondría una victoria segura?
Si el caballero aún está a una distancia considerable, el arco parece la mejor opción. Pero no es así. Aún sin escudo, la armadura del caballero es capaz de repeler la mayoría de los impactos con flecha debido a la forma curva y resbaladiza del metal que la constituía. Aunque se acertara en un punto flaco no se asegura de ninguna manera que pueda ser letal. Estaríamos perdidos si falláramos los dos o tres intentos de los que dispondríamos.
La ballesta es un arma bastante más contundente. Gracias a la fuerza de disparo (20 veces mayor que la del arco) la flecha puede atravesar armaduras de gran calidad. Aún así, y sin contar la posibilidad de errar el tiro, cargar una ballesta necesitaba un tiempo bastante amplio aun para un experto; tiempo suficiente para que el caballero se nos heche encima sin poder tener la posibilidad de defendernos. Parece claro pues que la clave está en el combate cuerpo a cuerpo. ¿Pero, que arma es más eficaz?
La espada es el arma clásica más usada en los combates cuerpo a cuerpo. Un acero de gran calidad y poco pesado en la hoja hacía fácil su manejo de forma que se podía usar además como arma defensiva. Al disponer el caballero de una espada similar, no tendríamos nada que hacer si éste tiene un gran manejo sobre ésta.
El hacha y el alfanje son estupendas para golpes contundentes y podrían romper la armadura y matar al caballero si se acierta de lleno. El problema es que suelen pesar bastante y un fallo sería nuestra perdición.
Las armas de punta de mango corto no nos servirían. Se usan normalmente como complementarias al resto. Al derribar al caballero, ya en el suelo, se usaba la daga o el puñal para asestar el golpe final.
La lanza era efectiva si se conseguía acertar a la primera. El largo mango de madera que sostenia la punta acerada podía ser cortado por la espada. Tampoco es el arma que buscamos.
En el campo usualmente se usaban hoces, hocinos u horquillas para trabajar. Sus puntas curvas y asimétricas ofrecían una gran facilidad para poder "enganchar" al caballero por los huecos que dejaba libres la armadura. Esto aumentaba las posibilidades de acertar un lance, al contrario de lo que ocurría con la lanza. El resultado de la evolución de estas herramientas para convertirlas en un mortifero arma de combate desemboco en el "godendac".
El godendac, que significa "Buenos Días", ha tenido varias formas a lo largo de los tiempos. Comenzó siendo como una lanza pero con una punta más larga y afilada que podía introducirse en cualquier recobeco libre de la armadura. Más tarde se fue fusionando con armas contundentes como el martillo, al cual se le añadían puntas muy finas de acero en los extremos. Ésto permitía asestar golpes de gran fuerza y además multiplicaba la posibilidad de acierto gracias a las puntas afiladas. Ya de por sí su nombre se debe a que los portadores de esta mortifera arma saludaban a sus adversarios con un "Buenos Días" antes de golpearlos (algo así como cuando los americanos dicen "Que tengas un buen día, hijo de puta!!! :p").
Dos campesinos, uno de ellos armado con un godendac, podían fácilmente someter a un caballero con armadura y espada. La facilidad de control y la contundencia de esta arma, son las características que nos conducirían a elegirla para nuestro combate...
...el arma que vencería al caballero de la armadura.
Fuentes:
blasoneshispanos.com
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