16 septiembre 2006

Fotografía digital. Manual del principiante

Kodak EasyShare C643. Mi primera cámara digital. Al menos la primera comprada con el sudor de mi frente. Antes de ésta tenía(y tengo) un híbrido de cámara digital y WebCam que mi hermano compró hará ya cinco o seis años. Cuando empezamos a vivir juntos la usaba de vez en cuando, y al final fue un bien común cuyo uso estuvo casi exclusivamente dedicado a conferencias virtuales con la brasileña Gaucinha y sus amigas.
Con los ahorrillos del curro de este verano me he pillado esta preciosidad que para nada tiene que envidiar a otras cámaras de gama alta de marcas como Canon o Fujifilm.
Pero claro, como casi siempre pasa todas las "primeras veces" que se hace algo, el hecho de tener lo que quieres y cómo lo quieres es complicado, y por algo bueno he tenido que pasar. El usuario inexperto es lo que tiene. Y si además lo eres también en eBay entonces estás bien jodido.


Antes de adquirir la maravillosa Kodak que tengo ahora, me pateé el culo por internés buscando "yo que se que estaba buscando". Y ese realmente era el problema.
Cuando empecé a buscar cámaras digitales pensé que no sería muy complicado encontrar una que supliera mis necesidades. Luego me dije que lo primero que había que mirar es que tuviera muchos megapixeles de esos, puesto que eso era lo que caracterizaba a una buena cámara, o al menos eso creía yo. Finalmente, dejé de pensar y me metí en eBay para ver que veía de bueno por ahí.

El final de todo este razonamiento lógico y magistral fue verme con una mierda de cámara que había ganado en una subasta y que tuve que devolver al día siguiente, corriendo el menda con los gastos de envío. El total del pato a pagar fueron treinta euros. Una putada que me juré a mí mismo que en la vida me volvería a pasar.
Con todo esto, unos días después, viendo un capítulo de los Simpsons me encuentro un trozo en el que Homer pierde todos los ahorros familiares en bolsa. Lo único que le quedaba era un cencerro que había comprado en una subasta, en eBay. Tras agitar el cencerro un par de veces, éste se rompe. ¿Una señal? Más bien, alguien que estaría riéndose de mí a mis espaldas. Pero en fin, así es la vida.

Y no es que la cámara fuera mala, no. Era pésima. Era una cámara de 8 megapixeles (de los cuales 4 eran reales y el resto por interpolación), zoom 8x(pedazo de zoom, digital claro), pantalla LCD 2 pulgadas con sensor SONY (de sony tendría lo que yo de Boris Izaguirre), reproducción de video a una resolución máxima de 600x400 y a 30 fps(quizás eso fuera lo único pasable), y poco más. Todo esto te lo vendían con dos años de garantía claro, y con 14 días de prueba y si no te gusta lo devuelves (todo esto con letra pequeñita). Pero eso sí, de los gastos de envío te encargas tu (esto ni siquiera lo mientan por ningún lado).

Me sentía impotente, decepcionado con la cámara y conmigo mismo. Siempre partí de la base de que no quería ninguna cosa del otro mundo. Algo de lo que se dice bueno, bonito y barato. Tampoco había comprado nunca nada por eBay y ya me enganché a la droga. Es como los anuncios de la teletienda que hechan por las noches en los intermedios(¿de qué? No me tieréis de la lengua).

Éste quizás fuera el golpe que me faltaba por darme en la coronilla. Subestimé el arte de la fotografía. Dejé en la estacada el poder de google para facilitarme la información que de verdad necesitaba. Y así encontré en quesabesde.com los primeros auxilios a la hora de comprarse una cámara digital para el usuario principiante.

El Análisis
Lo primero que aprendí fue a desmitificar el orden de preferencias por el usuario inexperto a la hora de valorar la compra de una cámara digital. Éstos son el precio y la resolución. Paradojas de la ignorancia, ambos son subjetivos. El primero porque depende de las prestaciones del aparato y el segundo porque indica el tamaño de revelado.
Esto último ya lo sabía yo. La resolución de una fotografía standard de 13x20 tendrá la misma calidad tomada con una cámara que pinta seis millones de pixeles, que con otra que pixela cuatro millones. Sin embargo, yo prefería que tuviera más resolución. Nunca se sabe, y además viene fenomenal para los fondos de escritorio:).
Por otro lado, no es lo mismo la resolución efectiva que la interpolada. La efectiva podríamos decir que es la real, la que "físicamente" se aplica al sensor(el sensor viene a ser en las cámaras digitales, la película fotográfica en las analógicas). La interpolada es una resolución por software que lo único que consigue es restar calidad a la imagen. Según cuentan, un truco de marketing.

Algo que casi nadie tiene en cuenta nunca en un caso como el mío es el gran papel de la óptica como determinante en la definición de las fotografías. La óptica en una cámara fotográfica lo es todo. Al conjunto de lentes convergentes y divergentes que forman parte de la óptica de una cámara se le llama objetivo. Éste a su vez comprende varios parámetros fundamentales que, a parte de la calidad de las lentes debida al fabricante, caracterizan la calidad de las fotografías.

Por un lado la distancia focal proporcionada por el zoom óptico. Los objetivos de calidad proporcionan un mínimo de tres aumentos focales por mediación de lentes. Esto equivale a la razón entre la medida mínima focal y la máxima. Estas medidas suelen darse en la equivalente a cámaras de carrete de 35mm. O sea, que si tenemos una distancia focal mínima de por ejemplo 30mm, y una máxima de 90mm, en la división obtendremos los aumentos ópticos de la cámara. En este caso 3x. Obviamente, cuanto mayor sea este valor, mejor será el resultado a mayores distancias.
El zoom digital viene a ser para la óptica, lo que el pixelado por interpolación para la resolución, es decir, sólo sirve para quitar calidad a la imagen y como reclamo para los bobos e ingenuos a los que le meten cualquier cosa. Ahora podeis ver lo bien que me la pegaron.

Pasemos a la abertura del objetivo. Esto es importante sobretodo para situaciones poco luminosas o de interior. Determina la luminosidad de la óptica y viene dado por un valor f. Cuanto más pequeño es este valor mayor luminosa será la óptica.
En realidad, existen dos valores f. Uno más bajo para el gran angular(sin zoom) y otro más alto para teleobjetivo(a la máxima distancia focal). Una cámara con gran angular f2,8 o menos, es totalmente recomendable.

No menos importantes son el tiempo de exposición(también determinado por la velocidad del obturador) y el enfoque automático.
El tiempo de exposición comprende la cantidad de luz(exposición) que absorbe el objetivo cuando se pulsa el disparador de la cámara. Es decir, es el tiempo que tarda en cerrarse el obturador desde el momento en que disparamos la cámara. Esta sensibilidad a la hora de reducir dicho tiempo viene dada por un valor standard ISO. Cuanto mayor sea este valor, mayor sensibilidad, y más se reducirá el tiempo de exposición. La velocidad del obturador tambien nos orienta acerca de esta característica y, además la mayoría de las cámaras pueden regular este valor.
Con ello, podemos "congelar" el momento, o por el contrario, con tiempos elevados de exposición, conseguir fotos que infundan movimiento(un ejemplo típico son aquellas fotos de luces de los coches en movimiento, de noche en una autopista).

Por último, el enfoque automático. La mayoria de las cámaras digitales del mercado poseen este mecanismo. Se le saca el mayor partido sobretodo cuando realizamos fotos en primer plano. Se trata de un software integrado que se encarga de ajustar el enfoque óptimo de la escena. Cuando se establece el enfoque, te avisa y es entonces el momento óptimo en el que debemos presionar el disparador.

Mi Kodak EasyShare C643
Varios días después del gran infortunio, y tras asegurarme que me habían devuelto el dinero de la anterior cámara, compro esta belleza. Ciertamente no fue amor a primera vista. Escudriñé cada característica al último detalle.
Mi principio clave en los días previos fue buscar la cámara más barata, que tuviera las mejores características especificadas arriba, en el análisis. Primeramente, encontré unas BenQ bastante hermosas. No tanto de bonitas, pero sí de prestaciones al mejor precio. Los precios oscilaban entre 90€ y 200€ y, a todos los efectos, parecían poder suplir mis condiciones. Sólo me quedaba ver lo que opinaba el público.
Al final, para no variar y según parecía, no eran lo que presumían ser. Sin duda eran buenas cámaras pero no llegaban a agradar a los usuarios. La palabra "problema" aparecía en casi todas las opiniones.

Luego me pase a Kodak y la cosa cambió 180 grados. Esta marca había sacado al mercado recientemente una gama de digitales compactas dentro de la serie EasyShare conocidas como las "C". Entre ellas la C533 y la C643. Las opiniones eran claras. Kodak responde bien, en todos los sentidos. Es buena, es bonita, es barata. Y bueno, si las dos son baratas, ¿cuál me llevo? Obviamente, la más buena y la más bonita.

Aquí podéis ver las especificaciones de esta maravilla. Desde que la tengo sólo he conseguido buenísimos resultados. Llevo una semana con ella y ya he podido hacer vilguerías casi de fotógrafo profesional. Y no me estoy tirando un rollo. Tiene trece modos de escena: automático, retrato, en movimiento, paisaje, retrato nocturno, nieve, playa, fuegos artificiales, autorretrato, primeros planos, contraluz, niños, fiesta. Las fotos de noche son más que aceptables. El otro día fue cuando me dí cuenta de que disponía, en el modo primer plano, del enfoque automático.

Unas fotos estupendas, una cámara asequible. Fotografía de consumo, con calidad profesional. Para que pedir más...


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delicous menéame

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