cogeeldineroycorre: Tragedia, locura y amor

Laertes: ¡No la sepultéis todavía! ¡He de estrecharla otra vez entre mis brazos!
Echad vuestra tierra sobre vivo y muerta hasta que hagáis de este valle una montaña más alta que el viejo Pelión o la celeste cabeza del Olimpo.

Hamlet: Quién es este que proclama su dolor con tanto ímpetu, cuya aflicción conjura a las estrellas errantes y las hace detenerse como oyentes asombrados.
¡Aquí estoy! ¡Hamlet de Dinamarca!

Laertes: ¡El diablo se lleve tu alma!

Hamlet: Así no se reza... Te lo ruego quita las manos de mi garganta... Aunque no soy colérico ni irascible hay algo muy peligroso en mí que debes temer...
Suelta mi garganta...

Claudio: ¡Hay que separarlos!

Hamlet: Lucharé con él por esta causa hasta que mis ojos dejen de parpadear

Gertrudis: Hijo mío ¿qué causa es esa?

Hamlet: ¡Yo amaba a Ofelia!
Ni siquiera cuarenta mil hermanos sumando todo su cariño pueden igualar mi amor,... ¿Qué harías tú por ella?

Claudio: Está loco Laertes, no le escuches.

Gertrudis: Por el amor de Dios, perdona a mi hijo.

Hamlet: Vamos, demuestra qué harás. Llorar un poco, o luchar ¿eh?, guardar ayuno, hacerte pedazos, beber vinagre, o comerte un cocodrilo,... ¡yo lo haré!
¿Has venido aquí a lloriquear?, ¿a intentar humillarme saltando a su tumba?
¡Entiérrate vivo con ella y yo lo haré! Y ya que hablas de montañas, que nos echen encima millones de fanegas hasta que la cima se queme la cabeza en el divino círculo solar y haga que la osa parezca una berruga,... Noo, si quieres gritar, yo gritaré como tú.

Gertrudis: Es pura locura, estará así mientras dure el ataque. Muy pronto, como la paloma al romper el cascarón sus polluelos, se volverá manso y se hundirá en el silencio.

Hamlet: Oíd señor, ¿por qué me tratáis de esta manera? Siempre os he apreciado...
Pero no importa...
Por mucho que el mismo Hércules no quisiera, el gato maullaría e incluso el perro haría lo propio.