Cobraré el cheque por la mañana
El viento se eleva electrizante. Ella es dulce y cálida, casi etérea. Su perfume es una dulce promesa que hace aparecer lagrimas en mis ojos. Le digo que no se preocupe, que le salvaré de todo cuanto le asuste y que le llevaré muy lejos. Le digo que... le quiero.
El silenciador hace del disparo un susurro y le abrazo fuerte hasta que se desvanece.
Ya nunca sabre de que huía.
Cobraré el cheque por la mañana...
2 comentarios:
Esto... etérea es sin hache...
oido cocina y corregido. Gracias
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